Siempre fui distraída y con los años mis
distracciones se fueron haciendo cada
vez más frecuentes, por lo que suelo
considerarme distraída y medio.
Tal vez se deba a una excesiva facilidad
para concentrarme en mis pensamientos y
perder el contacto con la realidad,
especialmente la que se relaciona con
las prosaicas actividades domésticas.
En una oportunidad, después de haber
desgranado unas arvejas,
me dispuse a lavarlas... en el lavarropas.
También a veces busco desesperadamente
los anteojos o el llavero y los encuentro en
la heladera.
Un día, mientras daba clase en un
paquetecolegio de niñas, tuve la impresión
de que algo pasaba porque todo el tiempo
me miraban y trataban de contener la risa.
No les hice caso porque solían ser bastante
tontas, pero cuando volvía casa se me
ocurrió mirarme los pies y descubrí que
esa mañana, al vestirme a oscuras, me
había puesto dos zapatos parecidos pero
de distinto color.
Sin embargo, otras veces esa capacidad
de distraerme dio frutos. Por ejemplo,
cuando mientras limpiaba chauchas
(mi musa debe de ser vegetariana),
compuse mi primer y último soneto.
Era la época de oro de mi taller literario
escolar y los chicos estaban preparando
su revista, para la cual yo suponía que
debía aportar una colaboración.
Este soneto fue la expresión de lo que
yo sentía en ese momento y sigo
sintiendo: el significado de mi rol de
coordinadora frente al esfuerzo creativo
de los talleristas. Por eso me permito
incluirlo aquí:
MAGÍSTER
Ahora sé que nunca seré poeta.
No acude prestamente a mi llamado
El verso airoso o la expresión discreta
El don de la creación no me fue dado.
No soy la llama que ilumina esencias
No es mi misión develar el arcano,
Ni transmitir insólitas vivencias,
Pero mi vida no transcurre en vano.
Soy apenas quien, amorosamente,
Toma al joven poeta de la mano
Y se consume jubilosamente.
Ahora sé por fin que mi destino
Es alumbrar desde un rincón lejano
Un riesgoso recodo del camino.
---ooOoo---
2 comentarios:
Tampoco nos olvidamos de cuando salías con una media con raya y otra sin raya. Cris
Muy lindo homenaje a los profesores de todo tipo, no?
Que suerte que se distrajo, UTOPICA!
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